..y entonces la Amargura nos enseñó por qué es tan grande

La Amargura ya está de nuevo en los Descalzos, y esa es la mejor noticia que sin duda celebran este sábado, quienes de alguna manera o de otra, han vivido con lógica inquietud, la estancia de la Virgen en la Catedral, y es que siempre resulta curioso y significativo, lo que se echa de menos a las imágenes en sus templos, cuando, como es el caso, marchan desde allí, para vivir alguna celebración especial. 

Y está de nuevo en los Descalzos, después de haber dejado claro que su hermandad es una de las grandes, porque solo una cofradía con ese marchamo, es capaz de llenar tres cuartas partes de la Catedral, durante un triduo completo. Y está de nuevo en los Descalzos, tras habernos regalado un Miércoles Santo en mitad de diciembre, que no sólo llenó todas las calles del itinerario, sino que lo hizo además con elegancia y solemnidad, demostrándonos también, que la noche está hecha a la medida del llanto de esos ojos inmensos.. y está de nuevo en los Descalzos, después de haber dibujado estampas históricas, que seguramente ya no volveremos a ver, y que ya forman parte de ese álbum cofrade, donde guardamos las cosas que merecen ser guardadas.

Porque eso es precisamente lo que pensamos cuando vimos pasar a la Amargura por la Alameda Vieja. ¡Ay, qé pena, que los cofrades aún no nos hayamos dado cuenta de que tenemos la solución de la Carrera Oficial al alcance de la mano, aunque nos neguemos a verla! Y también pesamos en toda la belleza que teníamos delante, cuando vimos a la Amargura por San Miguel, donde la cuadrilla del palio regaló a la Hermandad del Santo Crucifijo una 'chicotá' sobre los pies maravillosa, y también lo pudimos ver en calle Sol, o sonando 'Mi Amargura' en la 'revirá' de Granados, o cómo no, en las Angustias, y por supuesto, en el patio del convento de la Trinidad, donde los primitivos cofrades de San Antón, hoy de Humildad y Paciencia, volvieron a ver en su casa, a la que un día fue su dolorosa... ¡Momentazo!

Así se acabó todo aquello que empezó un buen día con el aviso desde Palacio, de que el obispo quería a la Amargura en la Catedral para presidir los cultos inmaculistas, una llamada que visto lo visto, estaba llena de razones de mucho peso. A partir de ahí comenzó un camino que ha terminado llenando el primer templo diocesano para honra y gloria de la Santísima Virgen, criatura Purísima y sin mancha a la que en 1617, unos cofrades de Santiago, adoradores del Santísimo Sacramento, juraron Voto de Defensa de su Inmaculada Concepción.

Y es que cuando la historia deja de ser parcial, y nos muestra toda su grandeza, es capaz de enseñarnos detalles maravillosos, iguales a los que este 8 de diciembre nos regaló la Virgen de la Amargura, la dolorosa de los Descalzos, la dueña en Jerez del suspiro eterno.. de cada Miércoles Santo.