"Yo estuve allí" por Enrique Víctor de Mora

16/04/13 Cofrademanía Enrique Víctor de Mora

Yo estuve allí aquella madrugada del 2010, como otras veces, puntual a mi cita desde el 2006, desde que Martín Gómez, mi capataz, tomara el mando de la cuadrilla del Señor. Evoco la noche en la que me contó que iría de capataz, y en la que me dijo que fuera con Él, y aún me emociono de veras. Para mí, pocas satisfacciones más hondas, más de verdad, más auténticas, que ir de costalero con el Señor de San Francisco. Tengo la suerte de trabajar con dos grandes: 'el Largo', como todos le conocemos familiarmente, y Manolo Campos, otro pedazo de artista.

Aquella madrugada del 2010 yo estaba allí. Viviendo el escalofrío de la entrada al templo, de ese pasillo zigzagueante de la puerta de Corredera, de ese silencio, de esa autenticidad, de esa auténtica comunidad costalera. Allí estaba también Manolo Campos, esa vez aún con faja y molía. La noche era buena, la gente motivada, la seriedad en el trabajo se cortaba con un cuchillo. Qué noche más hermosa nos esperaba. Si Él penaba bajo el Madero, nosotros seríamos su flor debajo del paso, su camino de fervores, su gente, sus costaleros. Pero empezó el calvario allí abajo. De pronto, el efímero castillo de nobles sueños para el Señor de la Vía Crucis comenzó a tambalearse. Había gente que iba lista. No se podía. La delantera sufría lo indecible. Hubo costaleros lastimados. Recuerdo que tuve una larga 'corría', desde Caracuel hasta los Arcos de Plaza Arenal.

En Manuel María González me enteré de que aquello no venía como debía. La gente mantenía el tipo y apretaba los dientes. Había que sufrir.. y se sufrió. A la salida de Catedral me tocaba relevo. Salí del 'pasocristo'.. y tal como salí, adentro de nuevo. Se estaba reestructurando todo sobre la marcha. Allí abajo, por donde yo me encontraba, todo estaba en calma. Pero la procesión iba por dentro. Yo mismo percibí en un momento determinado que el reparto de kilos era ya a diestro y siniestro.. pero el Señor que iba arriba, no permitiría que ninguno de sus costaleros sufriera un percance irreversible. Y así fue. Los milagros existen. Porque aquella noche, en la que yo estaba allí, pudo pasar de todo. Pero Él, volvió a tocarnos con su túnica. Aquella noche agónica y casi trágica, fue la última de Martín en el martillo del Señor.

Hoy puedo decir, hoy puedo contar que cuando supe que se marchaba me puse muy triste, intenté que reconsiderara, hablé con él, pero en el fondo.. lo entendí. A nadie le gusta que lo potreen. Y aquella noche, un majareta impresentable nos intentó potrear. No lo consiguió, porque había muchos arrestos y mucho oficio como para que un 'mindundi' acabara con aquello. Y Cristo estaba de nuestro lado, suena quizá fuerte, pero yo lo entiendo así. Otros tomaron también el camino del adiós. También los comprendo. Ojalá algún día volvamos a encontrarnos todos por allí. Algunos nos quedamos.

Llegó Manolo Campos, llegaron caras nuevas y con ellos una nueva ilusión. Manolo es ahora el capataz, y yo personalmente, lo reitero, me siento honrado de ser su costalero, aunque esta madrugada no haya estado bajo el Señor, por íntimas razones de amor filial. Pero me sigo sintiendo hasta la médula de mis huesos, costalero del Señor de la Vía Crucis, y eso no me lo quita nadie. Nadie me quita que mi hijo haya crecido viendo a su padre debajo del paso, nadie me podrá quitar nunca las noches de ensayo, aquella tertulia memorable una madrugada de Cuaresma tras la parihuela (la ya famosa “tertulia de las Llagas”), la voz que se emocionó cuando me vió arrastrarme por el suelo para entrar en el paso, las saetas de Luis Lara.. el silencio de San Francisco.. y Tú, Señor, mi dulce Nazareno.. perdóname si me enrabio y la ira asoma a mis labios y mi palabra.. porque en una madrugada, un loco nos quiso robar todo aquello, me quiso robar todo aquello, porque yo podría haber sido un lastimado, un parapléjico.. o quizá peor. Yo estuve allí. Hoy que se sabe lo que pasó, yo, porque quiero y porque siento la obligación de hacerlo, proclamo mi indignación, mi pena, mi rabia y mi dolor, porque una madrugada hermosa hubo alguien que intentó robarnos el alma. Pero no lo consiguió.

Noticias Relacionadas

Los hosteleros responden sobre la polémica

Cofrademanía

Los hosteleros responden sobre la polémica

Cofrademanía | 28/04/24
Radio: Pregón del Rocío 2024, de Antonio Moure

Cofrademanía

Radio: Pregón del Rocío 2024, de Antonio Moure

Cofrademanía | 28/04/24
Advertisement

Xerezmania Producciones S.L. ha sido beneficiaria del Fondo Europeo de Desarrollo Regional cuyo Objetivo es mejorar el uso y la calidad de las tecnologías de la información y de las comunicaciones y el acceso a las mismas y gracias al que ha implementado: Desarrollo de app móvil para la mejora de competitividad y productividad de la empresa. Esta acción ha tenido lugar durante 2018. Para ello ha contado con el apoyo del programa TICCámaras de la Cámara de Comercio de Jerez