"El pisacorbatas del pregonero" por Antonio Gallardo Monge

Artículo escrito por Antonio Gallardo Monge en 2015, tras el pregón de la Semana Santa de Antonio Moure Sánchez 

Publicidad Os voy a contar la historia del pisacorbatas del Pregonero de nuestra Semana Santa.. y me voy a tomar la licencia de hacerlo sin ni siquiera pedirle permiso a don Antonio Moure, al que mi abuelo Antonio siempre consideró uno más de la familia. Corria el año 1998, cuando el que era obispo, Don Rafael Bellido Caro, nombra pregonero a don Antonio Moure, siendo sólo un chaval que empezaba a mirar por el retrovisor, el reflejo de su adolescencia. Nombramiento en el que mi abuelo Antonio tiene mucho que ver, por muchos motivos que no voy a contar, pero que conozco por boca de mi propio abuelo Antonio Gallardo.

Publicidad Tan sólo los que tuvimos la suerte de tenerlo tan cerca, supimos el gran artista polifacético que era, y pocos son los que conocieron el gran dibujante que fue. Le gustaba dibujar y diseñar. Y uno de esos diseños, fue el mencionado pisacorbatas. Mandó hacer dos, uno para Moure y otro para él. Ese fue el regalo que mi abuelo le hizo en esa Cuaresma del año 1998. Un pisacorbatas con unos motivos barrocos y cofrades, que terminaban con un incensario colgando del extremo derecho.

Este adorno de oro, luce en otra corbata de arte cada Lunes Santo,  delante del Señor de la Cena, ya que es Moure quien se lo presta a Martín Gómez Moreno, lo que ya se ha convertido casi en una tradición dentro de esa amistad que une a tan magnífico capataz y a tan gran pregonero.

Publicidad Este regalo de Antonio Gallardo para Antonio Moure, significaba la amistad, el cariño y el respeto que mutuamente se profesaban, regalo del maestro para su discípulo , y como el que regala una pareja de tórtolas, cada uno iba a tener su pisacorbatas, y a pesar de la edad que los separaba, su estrecha amistad quedaba para siempre perpetuada con este gesto entre dos personas que se querían.

Tres años antes de fallecer, mi abuelo me regala el suyo y con eso también unos pasadores de su padre Severo Gallardo. Ahí es donde me anima para que suba a los atriles. Desgraciadamente el día de su fallecimiento llega, y como Francisco García-figueras dijo: "En Abril tuvo que ser" y allí  en el viejo cabildo del Ayuntamiento, en su velatorio, aparece Moure y me dice que viene a devolverle a su maestro lo que un día le regalara. Abriendo su mano, aparece el pisacorbatas, a lo que yo le respondo: -Antonio yo creo que lo mejor es que te lo quedes, a pesar de ser un gesto precioso y que te honra. Mi abuelo te lo regaló y contigo tiene que estar siempre. La verdad, querido Antonio, es que siempre tuve la duda de si hice bien o mal coaccionando tu decisión, para así convencerte, pero eso fue hasta ayer, que vi como cerca de tu corazón brillaba más que nunca el pisacorbatas ¡y sobre las tablas de Villamarta!

Publicidad ¡Quién te lo iba a decir..! pisacorbatas que estuvo apunto de no volver a brillar...

Yo, desde esta líneas que escribo para esta web, Cofrademanía, que siempre tuvo un cariño especial por los Gallardo, quiere poner a disposición el suyo, su pisacorbatas, el del maestro, y que esta web sea la que se encargue de hacer la entrega cada año, si así lo quieren lucir los futuros pregoneros en el Villamarta. Por supuesto tiene que venir de vuelta, como hace Moure con Martín cada Lunes Santo...