Otro Lunes sin Rocío...

Un viento gélido nace del corazón este segundo Lunes sin Rocío...

Es un viento que no tiene alivio en el sol de este penúltimo lunes del mes de mayo. Un viento solitario, de esos que llamaron 'Solano de las Marismas' los amigos de La Puebla del Río. Un viento que habla de calles vacías en la aldea de El Rocío, y de colas en la puerta de la almonteña parroquia de la Asunción... y de caballos pastando en la Marisma de Doñana sin que nadie les explique por qué este año tampoco se escuchan cohetes en esta despedida de la primavera.

Ni cohetes, ni cantes a la Madre de Dios, ni 'Vivas a la Virgen', ni rompiente de fervor en oleadas junto a un paso de plata que se ha quedado en la Parroquia de la Asunción de Almonte...

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Este año queda también en blanco en los almanaques. Un blanco como de batas de doctores, que ha terminado por borrar el rojo con el que se apuntaron los días hace ya muchos meses. Blanco de desesperanza y soledad. Blanco de lágrimas silenciosas que caen desde la altura, mientras suenas programas de televisión y de radio, contando Rocíos de otros años...

Este Lunes de Rocío no hay nada de lo que la vida nos enseñó. No hay Simpecados que se alejan henchidos de alegría. No hay curas rezando 'Salves' a hombros de improvisados costaleros. No hay pelea por llevar a la Patrona de Almonte. No hay avisos precipitados...: "..corre, corre, que la Virgen ya va por Huelva.."; no hay piteros anunciando albas, ni guitarras polvorientas rasgando el aire de la mañana. No hay camaristas encima del paso, ni campaniles repicando una y otra vez por que ya llega la Blanca Paloma...

Solo hay vientos de poniente refrescando los rostros, en la distancia de unos pocos... o unos muchos kilómetros de distanca de donde quisiésemos estar...

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Dicen que será histórico. Que Internet ha servido otra vez de alivio a tanto vacío. Que los medios de comunicación hemos vuelto a jugar un papel histórico, y que la caridad se ha convertido en la mejor embajadora del Rocío en la distancia. Sí. Todo eso, y mucho más.

Pero nada consuela esta negrura del alma, en este día de sol casi apagado. En este Lunes de Rocío tan diferente y doloroso, que para todos los rocieros del mundo, es un lunes robado, que ya nunca regresará...

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