''¡Qué pena, estar en algunas manos!'' por Andrés Cañadas

Vestir bien a la Virgen, o no vestir bien a la Virgen. Esa es, parafraseando a Shakespeare, la única cuestión que importa e interesa, cuando hablamos del noble arte de engalanar a la Madre de Dios. Vírgenes bien vestidas, o no, que también las hay, y muchas, aunque en este Jerez que juega de modo 'chusquero' a ser políticamente correcto, nunca se ejerza el noble arte de la crítica a casi nada, no vaya a ser que la gente se enfade. Bueno sí. Hay una cosa que sí se critica: la prensa morada.

Pues nada, en estas reflexiones estaba, cuando se repente, un buen amigo me envía una maravillosa fotografía de la Virgen de la Confortación, ataviada con esta mantilla negra que ven ustedes, y ahora sí.. ahora por fin, hemos podido ver a la dolorosa, en todo su esplendor, y no como su vestidor nos hizo verla -por narices- el pasado domingo, en su (besamamos - presentación) tras el proceso de restauración al que ha sido sometida.

Ahora sí que funciona lo que ha hecho 'Ars Nova' sobre esta imagen. Ahora sí podemos volver a medio afirmar, que la mano de Camacho puede no estar muy lejos de la Virgen. Ahora sí que pueden estar orgullosos los dominicos. Ahora sí. Por supuesto que sí. Una simple mantilla, y vamos a dejarnos ya de chorradas de alfileres y frentes despejadas. Esta sí es una imagen que merece la pena. La que vimos el domingo, no. 

Y por cierto, enhorabuena a los cofrades de la Oración en el Huerto, por tener la dolorosa que tienen, y muchas gracias a ti, Señora, por haber ayudado a mi buen amigo Manolo Cazalla.