Santa Marta 2021: ¿Quién le pone vallas al campo?

RADIO: ASÍ FUE LA LLEGADA DE SANTA MARTA A LA MERCED

En medio de una quinta ola que demuestra el fracaso de país que somos. En medio de una pandemia que lejos de irse apagando, se va reinventando mes a mes, a pesar de lo que digan los números. En medio de mensajes llenos de desesperanza, en las redes sociales de quienes trabajan en la sanidad pública o privada... en medio de todo eso, con noches y costas llenas de jóvenes que pasan de todo, y de cofrades envidiosos que desde la capital mundial de las cofradías nos critican por sacar santos a la calle, cuando en realidad no se dan cuenta de su propia incapacidad... llegó Santa Marta, y salió a su gente, a sus calles, y a su barrio... y nos volvió a recuperar las emociones escondidas desde hace tanto tiempo.

Porque sí. Porque volvimos a hacer las cosas bien. Porque volvimos a disfrutar de nuestras cosas de siempre, y porque a base de ilusión y responsabilidad, nuestra cita tradicional de cada final de julio, encontró el cauce que necesitábamos... y eso que sólo era el traslado de ida.

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Un traslado que comenzó a las nueve de la noche con la salida de la Cruz de Guía de la cofradía. Detrás, un cortejo cuidado y medido. Elegante y tranquilo. Y detrás, la parihuela de la Virgen del Amparo de Puertas del Sur, sobre la que figuraba la Santa Hospedera, la hermana de María y de Lázaro, Santa Marta, patrona del gremio de la hostelería, una imagen de enorme devoción, a la que tantos se acogen para pedir que pase la crisis económica que el coronavirus trajo de su mano hace ya más de un año.

Inciensos con sabor a cofradía... y música, que ponía tras el paso un quinteto de la formación portuense del Maestro Dueñas, regalándonos marchas procesionales de toda la vida, hasta completar un recorrido que por la Ronda del Caracol llegó a la Basílica de la Merced, donde esta semana tocan los cultos, hasta que el jueves, tras la función a la Santa, llegue la hora del regreso a la Capilla de la Caridad.

En definitiva, un traslado precioso y serio.
¡Enhorabuena!

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