''Las vueltas que da la vida'' por Andrés Cañadas

Es una frase hecha, que encierra muchas más cosas de las que parece. En mi caso, forma parte de mi vida desde hace muchos años, cuando tuve la suerte de compartir con mi amigo Fray Martín Alexis, uno de aquellos inolvidables caminos de regreso despues del Rocío, en los que la unidad móvil de Cofrademanía se convertía en nuestro particular -y entiéndase la broma- 'papamóvil' del Coto.

Aquel primer día del regreso a casa se había oscurecido de repente, ya que un carrero había sufrido un inoportuno accidente, habiendo tenido que ser evacuado de urgencia con su vida en un muy delicado estado, pendiente tan sólo de que la Virgen tuviese a bien acharle su manto por encima. Con semejante perspectiva, la jornada resultó silenciosa y triste, y la necesidad de rodear el altar preparado para la misa en Cancelín aquella noche, practicamente una cuestión espiritualmente vital. Entre cantes opacos comenzó la celebración, y la homilía del entonces director espiritual de la hermandad rociera jerezana, aún resuena entre las ramas de los pinos centenarios que allí permanecen año tras año.

Una plática que habló, basicamente, de cómo la vida nos cambia en un segundo, cuando el Señor decide que así sea. Todo parecía ir bien, las neveras estaban llenas, la alegría reinaba en la caravana... y de repente, nubes, sombras, lluvias, y la muerte asomada tras los carriles con su guadaña siempre afilada. Pregunten ustedes a quien allí estuvo, y verán cómo aún suenan alli las palabras del bueno de Alexis...

Y ahora, pues igual.

¡Quién nos iba a decir el pasado mes de enero, que este año no tendríamos Semana Santa, ni Rocío, ni Feria del Caballo... o que nos quedaríamos sin ver a la Virgen del Carmen, o que en Trebujena tendrían que trasladar a la Virgen de Palomares en secreto, a dos metros unos de otros, y con mascarillas obligatorias!

¡Quién nos iba a decir que la Policía se trasladaría de cuartel, que la Corredera estaría en obras todo el verano, que el Rey Don Juan Carlos se iría de España igual que su abuelo, o que la Liga terminaría a finales de julio, y la Champions en agosto!

Todo cambia en un segundo cuando Dios decide que así sea, rompiendo el confort en el que todos solemos instalarnos en cuanto podemos. Pero esta es una historia que tiene trampa, y es que -acogidos a aquello tan antiguo de 'a Dios rogando pero con el mazo dando-, las volteretas de la vida también pueden cambiar a mejor, tan sólo con que seamos capaces de darnos cuenta de que es posible que así ocurra, y si no, miren la campaña que el amigo Miguel Perea ha iniciado en Twitter, buscando el positivismo tras el hastag 'yocreoquesalimos', y que parafraseando a Antonio Garrido en sus 'Palermassos', refiere el espíritu optimista con el que debemos manejarnos los cofrades.

Lo 'único' que hay que hacer es rezar, pero de verdad, y tener fe en Dios, y confiar en su amparo protector, y en el desarrollo de las vacunas... para soñar después con la salida de la Borriquita, y con el sol por Tornería, y con la mirada de la Esperanza, y con las manos del Prendimiento.

Pero claro; para eso hay que creer mucho en Dios. No creerse como Dios.

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